Pedro y Mariano dedican más tiempo a las jóvenes de su agencia de publicidad que a sus esposas. Por ello, éstas deciden darles un escarmiento y se dejan seducir por otros. Inés entabla amistad con un boxeador y, por su parte, Susana liga con el vecino de enfrente. Cuando sus respectivos maridos descubren el juego, la situación ya se ha complicado demasiado para las dos parejas.