Amedeo (Enzo Jannacci) es un hombre vulgar y sencillo que llega a Roma desde el norte de Italia con el propósito de tener una audiencia privada con el Papa. Lo que pretende es discutir con él sobre asuntos de carácter filosófico y teológico que le preocupan. Sin embargo, sólo encuentra trabas que le impiden conseguir su objetivo. Llega incluso a ser vigilado por un policía que, compadeciéndose de él, le presenta a Aiche (Claudia Cardinale), una escultural mujer que tiene oscuras relaciones con personajes de la jerarquía eclesiástica.